Siempre vuelve a amanecer

Siempre vuelve a amanecer
SIEMPRE VUELVE A AMANECER

martes, 17 de julio de 2012

DISCAMINO (77): ángeles en el Camino

          La primera vez que recorrí el Camino fue en el año 1999 y, al terminarlo, hice lo que hacen muchos peregrinos, escribir unas líneas contando lo que había vivido. Le puse por título ÁNGELES EN EL CAMINO. ¿Por qué? La explicación iba en la primera página del relato. Decía así:

A lo largo del Camino fueron varias las personas que, por uno u otro motivo, hicieron que nos paráramos a reflexionar. Unas veces por la ayuda desinteresada que nos brindaron sin que hubiéramos pensado siquiera lo necesitados que estábamos de ella y otras porque aparecieron justo en el momento en el que más necesitábamos de alguien que nos orientara. Estas repentinas apariciones podrían interpretarse de muchas maneras: suerte, casualidad, divina providencia,... A menudo he querido pensar que las casualidades no existen, que hay algo que trasciende nuestra realidad material que hace que en determinados momentos de nuestras vidas una luz se encienda en los rincones más oscuros de nuestras existencias. Cuando veo los telediarios opino de forma diferente.

           Durante estos trece años he salido al Camino unas cuantas veces más y he seguido encontrando personas que, con mayor o menor intensidad, encajan perfectamente en la descripción de ese lejano 1999. Gente que nos acoge y que nos abre las puertas, no ya de sus casas, sino de sus corazones. Este año no ha sido diferente. Tenemos una larga lista de ángeles que incorporar a los ya conocidos.

ASPACE LOGROÑO 
          Desde el inicio del proyecto establecimos contacto con ellos para pedirles que nos echaran una mano en el desarrollo del DisCamino. La colaboración que les pedíamos era doble: por un lado les solicitábamos que nos facilitaran un alojamiento en alguna de sus residencias y, por otro, que nos dieran un rato de su tiempo para compartir con ellos la experiencia de nuestra aventura. Desde el primer momento fuimos cariñosamente acogidos por ellos a través de la persona de Roberto, su trabajador social. No sólo nos facilitaron alojamiento sino que, ante la imposibilidad de hacerlo en su inacabada residencia, nos llevaron a un precioso y confortable hotel que colabora habitualmente con la asociación. Por si eso fuera poco, acudieron a esperarnos a la entrada de la ciudad y nos obsequiaron con ramos de flores hechos por ellos mismos que nos fueron entregados por Virginia y Juan Carlos. 

VIRGINIA, JUAN CARLOS, EL RAMO y GERARDO
           Por la tarde Roberto nos acompañó a visitar una de sus sedes y pudimos conocer a varios de los usuarios de Aspace Logroño. Fue una jornada muy bonita que nos dejó imágenes y amigos para el recuerdo y el agradecimiento.

DE IZQUIERDA A DERECHA EMPEZANDO POR DETRÁS
 MARCELA - MARTA - ESTELA - TOÑI - ISABEL - Mª CARMEN - LAURA
ASCEN - PACO - PILAR - DANI - GERARDO - Mª ANGÉLICA -
ROBERTO - JUAN - ANTONIO - SANTIAGO - JAVIER
ÁNGEL

          Casi me olvido. Juan Carlos, el compañero de Virginia, cuando nos entregó el ramo de flores por la mañana aprovechó para contarnos todas las cosas que hace en Aspace y me retó a una partida de ping-pong. Desgraciadamente yo no pude ir porque me pasé toda la tarde arreglando el triciclo pero resulta que él tampoco fue. Tengo que decirle a Roberto que le pregunte si no fue porque a última hora le entró miedo (es broma Juan Carlos, ¡eh!)

APACE BURGOS 
          Otro tanto cabría decir de los compañeros de Apace Burgos. Nos invitaron a su residencia y nos cedieron un módulo completo en una de las alas nuevas. Además de eso, se preocuparon en llamarnos durante la etapa para preguntar si queríamos que nos facilitaran la misma comida que iban a comer ellos ese día. Fue una llamada providencial ya que nos soluciónó el problema de tener que buscar donde comer y nos salió bastante más barato. 

ANTE LA PUERTA DE LA RESIDENCIA DE APACE, RECIÉN TERMINADA LA ETAPA

          Al igual que sucedió en Logroño, una vez duchados, comidos y descansados, nos reunimos con un grupo grande de internos y medio pensionistas de la residencia. Primero nos presentamos todos los que nos habíamos juntado allí  y después respondimos a sus preguntas. Fue un rato muy especial en el que nos reímos con las salidas de Juan Carlos, dispuesto desde ese mismo momento a salir al Camino y emprender la ruta hacia Santiago; sufrimos con... creo que fue Andrés, y le aplaudimos en silencio su fuerza de voluntad y su tesón cuando finalmente logró hacerse entender y formular su pregunta tras una titánica lucha contra las palabras que se resistían a salir de su boca; reconocimos en el grupo la misma clase de mentes lúcidas de algunos de nuestros amigos de Vigo y Córdoba, mentes preclaras a las que les ha tocado en suerte servir y ser servidas por cuerpos con diferentes grados de afectación a causa de la parálisis; en otros casos era, es, la propia mente la que ha quedado desconectada de la realidad independientemente de que el cuerpo al que acompaña esté o no afectado. 
          Explicamos nuestra razones y escuchamos las suyas y les animamos a intentar hacer cosas aparentemente imposibles, quitando hierro al mito de que el Camino no es para personas con necesidades especiales. Después salimos al patio y, aunque todos fueron invitados, sólo Eva, la directora, y  Roberto y Conchi, dos de los monitores del centro, se animaron a probar nuestro triciclo.

UN ABRAZO PARA TODOS VOSOTROS Y UN RECUERDO ESPECIAL PARA JUAN CARLOS, NACHO Y FRANCISCO

 SERGI, SERGI Y JAVIER
          Acabábamos de subir la cuesta que nos había de llevar al último alto que es preciso superar para dejarse caer hacia San Justo de la Vega y Astorga pero,  antes de bajar, teníamos un encargo que cumplir. Para ello, por primera vez en lo que llevábamos de ruta, dejamos la carretera y nos metimos por una pista de tierra que nos iba a llevar al pie del crucero de Santo Toribio. No voy a repetir lo que hicimos allí porque eso ya lo conté en una entrada anterior y porque, además, no tiene nada que ver con el tema de hoy. Una vez listo el encargo, desde el crucero teníamos dos opciones para llegar a Astorga: 
* la primera, la más directa y apetecible, consistía en lanzarse por la empinada y peligrosa cuesta que va directamente desde el alto hasta el pueblo de San Justo. Esta opción era descabellada para el triciclo de Gerardo ya que, por un lado los frenos y por el otro las imprevisible reacciones de mi copiloto podían darnos un serio disgusto.  
* la otra opción suponía desandar el camino de tierra por el que habíamos llegado hasta allí, cosa que, la verdad, no apetecía en absoluto ya que se trataba de un tramo de tierra y piedras bastante incómodo que, para más INRI, nos llevaría un buen trozo hacia atrás con el consiguiente retraso.
           Estaba claro qué era lo que había que hacer, de hecho ya había comenzado a darle la vuelta la triciclo para regresar por donde habíamos venido cuando me di cuenta de que, mientras encendíamos la vela, habían pasado por nuestro lado 3 chavales que en ese momento empezaban a desaparecer por la cuesta abajo.
- ¡¡PEREGRINOS!! -les llamé casi gritando al tiempo que echaba a andar hacia ellos. Se pararon y se miraron unos a otros sorprendidos, preguntándose si era a ellos a los que aquel tipo estaba llamando. Sin parar de caminar volví a gritar.- ¡¡PEREGRINOS, ¿podéis ayudarnos?!!
           Les expliqué lo que nos pasaba y les pregunté si podían echarnos una mano en la peligrosa pendiente. Tendrían que sujetar a Gerardo uno por cada lado para evitar que se moviera y, a la vez, ayudar a frenar el triciclo. Dijeron que sí, que por supuesto. Eran 3 amigos que habían empezado su Camino el día anterior en León. Dos de ellos se llamaban Sergi (Sergio) y el tercero Javier. Uno de los Sergi tenía problemas en un pie e iba bastante cojo así que fueron su tocayo y el mío los que nos ayudaron.


¿SE NOTA LA PENDIENTE Y LA FUERZA QUE HICIERON PARA FRENARNOS?

JAVIER A NUESTRA IZQUIERDA (derecha en la foto) Y SERGI A NUESTRA DERECHA (izquierda en al foto). 
GRACIAS PEREGRINOS.
 ISIDORO
          Hay una persona en León que, si esta "toleira" mía de ver ángeles a mi alrededor fuera cierta, seguro que había alcanzado ya el nivel de arcángel. Me refiero a Isidoro, un compañero de la policía local de León. Lo conocí en aquel primer Camino de 1999. En aquella ocasión el albergue estaba lleno y paramos a dormir en una base de acampada que la Junta de Castilla y León había colocado con motivo de la esperada masiva afluencia de peregrinos. La habían ubicado en un terreno muy próximo al depósito de vehículos municipal así que aproveché mi condición de compañero policía para acercarme al agente de guardia y pedirle que nos dejara meter las bicis allí dentro para evitar que nos las chorizaran. Isidoro era el agente de guardia. Lo primero que hizo fue invitar a chocolatinas a Billy y Martín, mis dos hijos, que habían venido al Camino con nosotros; lo segundo, poner las bicicletas a buen recaudo; y lo tercero, aparecer a la mañana siguiente en nuestras tiendas de campaña, cuando estábamos a punto de salir, para desearnos buen camino y darnos la prensa del día con el parte meteorológico. 
          Desde esa primera ocasión, cada vez que he pasado por León, Isidoro ha estado siempre ahí para echar una mano. 
* Cuando hice andando con mi padre el tramo Burgos-León, pensamos en dejar en León el coche de mi padre para tenerlo a nuestra disposición cuando termináramos la caminata y coger un tren hasta Burgos para iniciarla. Le llamé para preguntarle en qué sitio podría dejarlo aparcado durante 8 días sin que hubiera problemas. Al momento se ofreció a recogerlo en la estación de RENFE y devolvérnoslo cuando llegáramos de regreso. Dicho y hecho.
* Cuando en el año 2010 hicimos el Camino con el chico colombiano paralítico cerebral, habló con la concejala de bienestar social y consiguió que nos recibiera y nos facilitara alojamiento a cargo del ayuntamiento.
* Este año del DisCamino, como sabía del antiguo problema de la entrada en León para los peregrinos, cogió su bicicleta y se acercó a esperarnos al pueblo de Arcahueja y nos acompañó en la entrada y cruce de la ciudad, dejándonos en la puerta del alojamiento para evitar que nos extraviáramos. Al día siguiente, a las ocho en punto de la mañana, estaba como un clavo a la puerta del hotel, también con la bici, para sacarnos de la ciudad previo paseo por la Catedral, San Isidoro y el Hostal de San Marcos.
ISIDORO EN LA FOTO DE GRUPO CON LA BANDERA DE LA CIUDAD DE LEÓN QUE NOS REGALÓ A CADA UNO 

EMOCIONADA DESPEDIDA ENTRE ISIDORO Y GERARDO

martes, 10 de julio de 2012

DISCAMINO (76): con LA MALETA al Fin del Mundo

          Siempre que tengo que recordar una fecha o un nombre recurro a Gerardo. Él es el que tiene ese tipo de memoria prodigiosa capaz de conseguir el dato que hace falta en el momento en el que se necesita. Le hago partícipe de mi duda, coloca el dedo índice de su mano derecha en la sien, pone las neuronas a funcionar y... ¡bingo!: "Alejandro de Sevilla que le conocimos en Marzo cuando me grabó por el ordenador". Eso fue lo que me dijo el otro día cuando le pregunté por la fecha en la que habíamos hablado con Alejandro a través del Skype. Por supuesto, ese día no hubo grabación alguna pero no hubo forma de quitarle esa idea de la cabeza a Gerardo.
          Pues bien, si él lo dice, no hay duda de que fue en Marzo cuando tuvimos el primer contacto cara a cara. JavierDeCórdoba ya me había hablado de él, concretamente a finales de Enero (esto lo he sacado buceando en el historial de e-mails recibidos, ¡eh!, que conste). Me dijo que su sobrina Irene formaba parte de un grupo que se dedicaba a realizar proyectos culturales de forma audiovisual y que, después de hablarlo con su novio Alejandro, otro de los miembros del grupo, habían decidido hacer un documental sobre el DisCamino. En esa vídeo conferencia lo primordial fue saludarnos y conocer a Gerardo aunque también aprovechamos para ir hablando del proyecto. La primera impresión que me llevé de Alejandro no pudo ser mejor. Un tipo simpático, amable, súpereducado, inteligente y con chispa. Me cayó bien. Ya se sabe lo importantes, y a la vez peligrosas, que son esas primeras impresiones. Tanto pueden valer para condenar a un inocente como para encumbrar a un petardo. En este caso me incliné por encumbrar y el tiempo demostró que no me había equivocado. Ese mismo día conocimos también a Irene. Resultó que estaba en la casa durante la conexión y se asomó un momentito a la pantalla del ordenador, lo justo para despertar las ansias depredadoras de Gerardo que no tardó en conectar sus antenas de Casanova orientándolas hacia Sevilla. 
    Cruzamos varios correos, tuvimos diversas conversaciones telefónicas y volvimos a conectarnos a través de la red en otra ocasión para ir perfilando el guión de lo que dieron en llamar EL DESORDEN DE LOS SENTIDOS. Durante ese tiempo fui conociendo a varios de los miembros del grupo, a todos ellos a través del correo electrónico: Juanjo, Borja, Almudena y Blanca. Todo el trabajo lo hacían ellos y yo me limitaba a darles indicaciones acerca de los lugares de paso o de las peculiaridades de la personalidad y el estado de Gerardo de cara a enfocar las cosas de la forma más adecuada. Su idea me encandiló desde el primer momento. Se trataba de presentar a dos personas con necesidades especiales complementarias ya que, mientras que Gerardo puede hablar y andar pero no ver ni oír, Antonio puede ver y oír pero no hablar ni andar. EL DESORDEN DE LOS SENTIDOS sería, si lo conseguían hacer, una muy inteligente y sensible forma de enfrentar esas dos realidades a través de un recorrido por los cinco sentidos situado sobre la senda del Camino de Santiago. Emocionante y dificilísimo a mi entender.
          Los correos iban y venían y en un momento dado comencé a finalizarlos con una cuenta atrás que indicaba los días que faltaban para que nos reuniéramos todos en Roncesvalles. Irene me dijo en una ocasión que le ponía de los nervios esa cuenta recesiva y lo cierto es que resultaba inquietante ver como el momento se acercaba, inquietante y emocionante hasta el punto de que deseábamos estar allí de una puñetera vez.
          Y por fin llegó el 23 de junio y pudimos poner caras a los nombres y "saludar con la mano", como dice Gerardo, a los que ya nos las conocíamos. El grupo lo componían diez personas, todos jóvenes, unos chavales (¡Dios qué envidia!). 

          En orden alfabético empezando por las mujeres:
  

ALMUDENA SABIDO: Distribución y Producción
BLANCA GARCÍA: Imagen y Producción 
IRENE HENS: Dirección de Producción
ADRIAN A. MÁRQUEZ: Dirección de Fotografía
ALEJANDRO G. SALGADO: Guión y Dirección 
BORJA MORENO: Comunicación
FRANCISCO JIMÉNEZ: Ayudante de Cámara
JUAN JOSÉ MULERO: Guión, Dirección y Sonido
JUHAN FERNÁNDEZ: Producción
LOLO GARCÍA: Producción

ALMUDENA
PURA CHISPA, PURA GRACIA ANDALUZA AUNQUE NO SEA DE ALLÍ. SIEMPRE CON LA SONRISA EN LOS LABIOS, SIEMPRE ATENTA A SOLUCIONAR: "PÍDESELO A PRODUCCIÓN Y YA ESTÁ HECHO". CARIÑOSA CON GERARDO EN TODO MOMENTO, SIEMPRE DISPUESTA A QUEDARSE CON ÉL PARA CUBRIR UNA AUSENCIA NUESTRA
BLANCA
NO SÉ SI DECIR QUE HA SIDO LA PREFERIDA DE GERARDO PERO DESDE LUEGO NO DUDO EN AFIRMAR QUE HA SIDO LA QUE MÁS "ATENCIONES" HA RECIBIDO POR SU PARTE. HUBO MOMENTOS EN LOS QUE LA RISTRA DE BESOS ERA TAN LARGA Y RÁPIDA QUE GERARDO PARECÍA UNA AUTENTICA AMETRALLADORA O, COMO DIJO UNA VEZ UN AMIGO, UNA "OSCULOLLADORA"
IRENE
NO LA VIMOS TANTO COMO A BLANCA PORQUE LOS PAPELES DE CADA UNO DE LOS DEL GRUPO ESTABAN CLARAMENTE DIFERENCIADOS Y MUY PROFESIONALMENTE REPARTIDOS PERO ERA SIEMPRE UNA GOZADA CRUZAR LA MIRADA CON ELLA. NUNCA LE FALTÓ LA SONRISA Y SIEMPRE SE ACERCÓ A GERARDO DE FORMA MUY CARIÑOSA
ADRIAN
SONRISA PERMANENTE, ABRAZO FÁCIL, OPTIMISMO POR LOS POROS, SENSIBILIDAD A FLOR DE PIEL Y ACOGEDOR POR NATURALEZA, ME OFRECIÓ SU AYUDA PARA FUTUROS PROYECTOS. UN PLACER TRABAJAR CON ÉL UN GUSTAZO GOZAR DE SU COMPAÑÍA. 

ALEJANDRO
EL DIRECTOR. DE EL SE ME VAN A QUEDAR GRABADAS 3 COSAS:
1.-SU EXQUISITA, EDUCADA, TÍMIDA Y AMABLE FORMA DE PEDIR
2.-SU SONRISA PERMANENTE, TANTO EN LAS DURAS COMO EN LAS MADURAS
 Y 3.-LA FRASE... "Y UNA COSITA MÁS"
UN VERDADERO LUJO DE PERSONA A QUIEN LA ETIMOLOGÍA DE LA PALABRA "AMABLE" LE VIENE AL PELO
BORJA
SU TRABAJO COMO CONECTOR CON LOS MEDIOS Y MANTENEDOR DE LA INFORMACIÓN DE LA RUTA EN LAS REDES SOCIALES LE OBLIGÓ A ESTAR SIEMPRE UNIDO A SU ORDENADOR Y, POR TANTO, EN ZONAS DE COBERTURA INFORMÁTICA. NOS CONFESÓ QUE ESE ALEJAMIENTO DE LA ACCIÓN, ESA DISTANCIA OBLIGADA DE NUESTRO PEDALEO LE HABÍA CAUSADO UNA GRAN TRISTEZA. SIN EMBARGO, A PESAR DE QUE SUS RATOS CON NOSOTROS FUERON MENOS QUE LOS DE LOS DEMÁS, SUPO COMPENSAR LA FALTA DE CANTIDAD CON UNA GRAN CALIDAD HUMANA. NOS LLEVAMOS DE ÉL EL RECUERDO DE SU SUAVE CONTACTO AL LLEGAR, UNA MANO LIGERAMENTE POSADA  EN NUESTRO HOMBRO, UN LEVE TOQUE EN EL BRAZO,… APENAS UN ROCE ENMARCADO EN UNA TÍMIDA SONRISA QUE EXPRESABA MÁS QUE MUCHAS PALABRAS. GRACIAS A TU SACRIFICADO ALEJAMIENTO DE NUESTRO CAMINO PUDISTE DIFUNDIR AMPLIAMENTE EL DISCAMINO Y LOGRAR QUE FUERA ATENDIDO POR LOS MEDIOS. TE DAMOS SINCERAMENTE LAS GRACIAS.

FRAN
EN PALABRAS DE DANI, CON LAS QUE ESTOY TOTALMENTE DE ACUERDO, FRAN SERÍA EL BRUTO BONACHÓN. EL SOBRENOMBRE CON EL QUE LE LLAMAN SUS COMPAÑEROS AYUDA A CORROBORAR ESTA IMPRESIÓN. LE LLAMAN "MULO" Y SI UNO PIENSA EN EL TIPO DE DEPORTES PRACTICADOS Y EN LAS SECUELAS QUE SU CUERPO ARRASTRA A CONSECUENCIA DEL USO EXTREMO EN DICHOS DEPORTES, NO SE HACE EXTRAÑO EL CALIFICATIVO. CON UN CARÁCTER DIFERENTE AL DEL RESTO DEL GRUPO, UN POCO MÁS FRÍO Y APARENTEMENTE ALGO ALEJADO DE NOSOTROS, NUNCA LE FALTÓ UNA SONRISA PARA ANTONIO NI UNA RESPUESTA AMABLE PARA CUALQUIERA. SIEMPRE CONCENTRADO EN EL TRABAJO, A PESAR DE LAS GANAS QUE TENÍA DE SALIR CORRIENDO EL DÍA DE LA FINAL DE LA EUROCOPA.

JUANJO
ES EL ÚNICO DEL GRUPO QUE NO TIENE ACENTO DEL SUR PERO, CURIOSAMENTE, NO CAÍ EN LA CUENTA DE ESE DETALLE HASTA QUE EL MISMO NOS HABLÓ DE SU ORIGEN LEVANTINO. QUIZÁ EL HECHO DE SER EL RESPONSABLE DE QUE SUS MICRÓFONOS SÓLO ESCUCHEN LO QUE MEREZCA LA PENA SER ESCUCHADO, LE HAN CONVERTIDO EN ETERNO OBSERVADOR SILENCIOSO QUE TE ESCRUTA CON LA MIRADA PARAPETADO DETRÁS DE UNA PERMANENTE SONRISA CUYA SINCERIDAD PROVIENE DEL HECHO DE  QUE ES EN SUS OJOS DONDE NACE Y SON ELLOS LOS QUE SONRÍEN. SONRISA QUE, SI LA OCASIÓN O EL COMENTARIO LO MERECEN, SE CONVIERTE EN UNA RISA CORTA, MÁS PARECIDA A UN ACCESO DE TOS QUE A UNA VERDADERA CARCAJADA. CUANDO HABLA DE SU TRABAJO, DE SUS TRABAJOS, TE ATRAPA SIN REMEDIO.

JUHAN
A JUHAN HABRÍA QUE DARLE EL PREMIO A LA PACIENCIA POR HABER SIDO CAPAZ DE CONTROLARSE Y AGUANTAR LOS QUINCE DÍAS DE LA RUTA SIN ESTRANGULAR A GERARDO QUE SE PASÓ ESE MISMO TIEMPO ECHÁNDOLE INOCENTEMENTE LOS TEJOS A SU CHICA. UNA SONRISA ERA SU HABITUAL RESPUESTA CUANDO LOS DEMÁS LE DECÍAMOS A GERARDO QUE ESTABA SIENDO OBSERVADO POR ÉL Y QUE SE LE IBA CAER EL PELO SINO DEJABA TRANQUILA A SU MUSA. OCUPADO EN LAS CUESTIONES DE PRODUCCIÓN (MUDANZAS, TRASLADO DE PERSONAL,  CONDUCCIÓN DEL VEHÍCULO EN LAS GRABACIONES EN CARRETERA,…) Y SIEMPRE DISPUESTO A ECHARNOS UN CABLE EN LO QUE HICIERA FALTA. BUENA GENTE TAMBIÉN… Y DEL PAÍS, A PESAR DEL NOMBRE FORÁNEO.

LOLO
NO RECUERDO HABER ESTADO NI UNA SOLA VEZ CON ÉL EN LA QUE NO EXHIBIERA SU SEMPITERNA SONRISA. FUE EL ENCARGADO DE RECOGERNOS Y LLEVARNOS DE VUELTA CADA VEZ QUE FUIMOS REQUERIDOS POR "LA MALETA" PARA ALGUNA DE LAS GRABACIONES. EN ALGUNO DE ESOS TRASLADOS SE LAS VIO Y SE LAS DESEÓ PARA LLEVAR A "CHAMPANITO", EL COCHE, HASTA LAS PUERTAS DE NUESTRO ALOJAMIENTO PARA PODER MONTAR EN ÉL A GERARDO. TUVO QUE SOPORTAR NUESTRAS INJUSTAS BROMAS Y LO HIZO ESTOICAMENTE  A PESAR DE QUE NO FUERA CULPA SUYA SINO DEL MOGOLLÓN DE BOLARDOS REPARTIDOS EN LA ENCRUCIJADA DE CALLEJAS DE LA LOCALIDAD.

          Estos son los miembros del grupo. Pero LA MALETA es algo más que la suma de sus componentes. LA MALETA son todos y cada uno de ellos pero también son los distintos nexos de unión que entre todos se establecen. Cuando me puse a pensar en ello me vinieron a la mente aquellos complicados diagramas que me enseñaron en el colegio hace ya una eternidad. Se trataba de lo que sucedía con un grupo de conjuntos que entraban en relaciones recíprocas, creo que las llamaban biunívocas por aquello de que iban del uno al otro y del otro al uno. Al finalizar la explicación del profesor, la pizarra quedó llena de un montón de círculos que tenían una parte blanca que significaba lo que cada uno de ellos era por sí solo y otras de colores que indicaban la parte de ellos que coincidía con lo que contenían los demás. LA MALETA es algo así, la personalidad de cada uno, sus características y peculiaridades, y lo que resulta de la mezcla con los demás y podéis creerme cuando os digo que de esa mezcla sale algo muy MUY bueno. Comparados con JavierDeCórdoba y conmigo son apenas unos chavales pero viéndoles trabajar, por separado y en grupo, crecen y se agigantan de tal manera que a uno se le abre la boca de admiración y tiene que hacer un esfuerzo por cerrarla, porque no resulta fácil hacerlo. Madrugaron tanto como nosotros cuando hizo falta, más incluso si su alojamiento de turno estaba lejos del nuestro, y me consta que no regateaban a la hora de prolongar su jornada nocturna con tal de que el trabajo del día siguiente quedara perfectamente delimitado y la guía de funciones establecida. Sacrificaron mucho durante estos quince días, desde la separación de la familia hasta su propio dinero, por no hablar del tiempo empleado antes de que las bicicletas empezaran a rodar porque, una semana antes de que llegáramos nosotros a Roncesvalles, ellos ya estaban recorriendo el Camino a la inversa buscando localizaciones y estableciendo lazos con las personas a las que iban a tener que recurrir días después. Hicieron tantas mudanzas que, según palabras de alguno de ellos, al final ya no sabían donde estaban ni ellos, ni la docena de calcetines que quedaron por allí o que, sin malicia alguna, cambiaron de propietario. 
          Auténticos profesionales en el trabajo y verdaderamente buenos colegas en el descanso. Para nosotros un ejemplo y una delicia haber gozado de su compañía. Estamos deseando ver el resultado de sus desvelos porque sabemos que nos va a encantar y eso hace que el tiempo que falta para que podamos disfrutar de él se nos haga interminable. Una nueva cuenta atrás, ¿verdad Irene? 

FRAN, ADRIAN Y ALEJANDRO GRABANDO EN MARCHA DESDE “VITORINO”, LA FURGO 

JUANJO Y ALEJANDRO EXPERIMENTANDO CON EL TRICICLO PARA BUSCAR LOS PLANOS Y LAS ESCENAS MÁS CONVENIENTES, O ESO DIJERON, AUNQUE PERSONALMENTE CREO QUE LES APETECÍA DARSE UN RULE CON LA BICI

PARADA PARA COLOCAR CÁMARAS Y MICROS EN LAS BICICLETAS Y LOS CASCOS. ADRIAN Y FRAN CON GERARDO. JUANJO Y LOLO CON DANI
JUANJO, ALEX Y ADRIAN PREPARÁNDONOS PARA LA TOMA DEL CRUCE DEL PUENTE DE PUENTE LA REINA, DONDE EL CIEGO ESA VEZ NO FUE GERARDO SINO EL QUE PILOTABA EL TRICICLO, ¿OS ACORDÁIS?
GERARDO ENFOCADO POR LA CÁMARA QUE COLOCARON EN EL TRICICLO Y QUE LE SIGUIÓ DURATE BUENA PARTE DE UNA DE LAS ETAPAS

EL SET QUE MONTARON EN CASA DEL ALCALDE DE MURIAS DE RECHIVALDO PARA GRABAR LA ESCENA DE LA CENA

ALMUDENA CON LA CLAQUETA EN LA CRUZ DE FERRO

TRABAJANDO EN PRECARIO EQULIBRIO AL PIE DE LA CRUZ DE FERRO

EL GRUPO AL COMPLETO, LOS SIETE DEL DISCAMINO MAS LOS 10 DE LA MALETA.
DE IZQUIERDA A DERECHA POR DETRÁS: 
FRAN-JUANJO-GERARDO-YO-ALEJANDRO-ADRIAN-DANI-LOLO-CRISTINA-IRENE-JUHAN-CARMEN-BORJA-ALMUDENA
DELANTE: ANTONIO y JAVIER.
SI, HE DICHO BIEN, LOS DIEZ DE LA MALETA, PORQUE LA MANO, LOS OJOS Y LA MENTE DE BLANCA FUERON LOS QUE HICIERON POSIBLE ESTA FOTO.
 
UN FUERTE ABRAZO A TODOS Y….. 
MUCHAS, MUCHAS, MUCHÍSIMAS GRACIAS

lunes, 9 de julio de 2012

DISCAMINO (75): la traición de Dani y otras cosas más

          Todo en la vida tiene un final, tanto las cosas malas como las buenas, y el buen rollo entre Dani y yo no podía ser una excepción. Después de dos años de formar patrulla, de diez meses preparando el Discamino y de casi quince días de ruta..., Dani me traicionó. Cuando llegamos al complejo LA CABAÑA de Palas de Reis íbamos con la idea de que nos cederían dos habitaciones dobles (que serían para la familia Luque) y que extenderían colchones para el resto del grupo en un salón de la instalación. No obstante, una vez allí, la amable señorita de la recepción nos informó de que nos dejaban dos bungalows completos y que cada uno de ellos tenía tres camas. Ideal para el grupo de Vigo y, después de verlos, perfecto también para el de Córdoba. Ya me extrañó el gesto de Dani cuando aceptamos el ofrecimiento de la habitación triple pero la confirmación de que algo raro estaba pasando vino con la pregunta que me hizo a continuación: 
- ¿Un cuarto para los tres? ¿Habrá sitio para un colega mío que me ha dicho que quería acercarse esta noche hasta aquí?

- Supongo que sí porque es igual que el de la familia Luque y ellos van a estar los cuatro juntos allí -le respondí.- ¿Cuando viene tu amigo?

- Llegará esta tarde -dijo.
            Nos duchamos y comimos y, un rato después, vinieron los de LA MALETA a buscarnos para grabar el momento en el que Gerardo se levantaba por la mañana de la cama para iniciar un nuevo día de Camino. Era la segunda vez que habría que simular la situación por falta de posibilidades de hacerlo en el momento real. Llegamos a su casa y nos preparamos para la grabación sin que Dani hubiese vuelto a mencionar a su amigo. Fue al terminar de hacerla cuando las cosas se dispararon y todo se fastidió entre nosotros. Acababa de salir al jardín y le vi entrar caminando a través la cancela abierta. Sabía que se había ido a dar a un paseo porque él mismo me lo había dicho, así que le saludé con extrañeza al verle regresar tan pronto. Detrás de él, conduciendo un Seat Arosa de color azul, estaba la respuesta. El muy capullo, el muy traidor, el muy... el muy... todo, me había estado engañando mientras intrigaba con mi hermana MariMar para que ella regresara a nuestro lado sin que yo supiera nada y no pudiera hacerle reflexionar acerca de la locura que suponía volver a pegarse la paliza de kilómetros de ida y vuelta en dos días desde Madrid con el consiguiente gasto de dinero en gasolina. Habían preparado en secreto su reincorporación al grupo y me habían dado una sorpresa y una alegría de campeonato. Dani, eres un traidor y un intrigante pero... te perdono, creo, aunque, por si acaso, no dejes nunca de mirar a tu espalda.

LOS DOS "MALDITOS" COMPLICES EN EL POLIDEPORTIVO DE ARZÚA


          Y sigamos con más cosas bonitas. La noche que pasamos en Palas se unió a la expedición una pareja muy querida para nosotros y digo que es muy querida para nosotros, así en plural, porque ya lo eran para Dani y para mi pero, después de los ratos que hemos compartido con ellos estos días, también los son ya para MariMar. Hablo de Maxi y de su padre. Los que hayáis leído algo de este blog ya les conocéis del día que fuimos a acompañar a David a Pontevedra en la Marcha en contra de la Leucemia. Habíamos quedado con ellos en vernos en Palas para hacer juntos un tramo de las dos últimas etapas. Maxi hijo estaba muy ilusionado por pedalear con nosotros como anticipo al que será su Camino el próximo año cuando se ponga lo suficientemente en forma como para poder afrontar el reto que tantas ganas tiene de llevar a cabo. Llegaron a Palas y nos encontramos con ellos poco antes de irnos a dormir. Fue una gran alegría para todos aunque ese primer contacto fuera de apenas un par de minutos ya que el día había sido muy largo para nosotros y teníamos a Gerardo que se caía de sueño. 


LOS DOS MAXIMILIANOS CON GERARDO
           Lamentablemente, el mal tiempo no permitió que Maxi pedaleara el sábado de camino a Arzúa aunque sí que pudo hacerlo el domingo a la llegada a Santiago. Subió en sus bicis dobles en el aeropuerto de Lavacolla y, perfectamente pilotado por Dani, entró en la plaza del Obradorio. Estaba feliz por habernos acompañado aunque un poco triste por no haber podido pedalear durante más tiempo. No te preocupes Maxi, ya sabes que tu Camino será el del año 2013.  


DANI, MAXI Y SU PADRE EN EL MONTE DEL GOZO


          ¿Queréis más? Pues bien, eran aproximadamente las dos de la tarde del sábado y aún nos faltaban alrededor de 5 kms para Arzúa. Estábamos en medio de una cuesta gigante que nos estaba haciendo echar los hígados por la boca no sólo por lo empinado de la misma sino, también, por lo abrigados que íbamos a consecuencia de la lluvia caída. Como digo, estábamos en medio de la ascensión cuando escuché unas voces que gritaban. Levanté la vista y vi un grupo de personas acodadas en la barandilla de un altísimo puente que cruzaba la carretera. No entendí nada de lo que decían pero sí que pude ver dos pancartas que colgaban de la barandilla del puente. Eran pancartas de ánimo hacia el DisCamino en general y hacia Antonio y Gerardo en particular.


BONITA SORPRESA EN MEDIO DE LA CUESTA
          Cuando estuvimos un poco más cerca pude distinguir de quien se trataba. Eran Cristina, la hermana pequeña de Gerardo, su marido Alex y su hijita Alicia. Con ellos estaba otro grupo de personas que resultaron ser amigos de la pareja. Estaban pasando el fin de semana en una casita rural de la zona y se habían acercado a dar ánimos y, de paso, un abrazo a su hermano el "peregrino aventurero". Menudo alegrón se llevó Gerardo. Cuando le escribí en la mano lo que pasaba, no acababa de creérselo. No le quedó más remedio que hacerlo cuando paramos 500 metros más adelante y se encontró con otra lluvia, esta vez, de besos.
GERARDO EMOCIONADO CON ALEX, CRIS Y LA PEQUEÑA ALICIA EN EL POLIDEPORTIVO DE ARZÚA

          Continuemos con las alegrías. El sábado por la tarde tuvimos otra incorporación. Procedente de la tierra de los Luque llegó en su moto un gran amigo de Javier, de nombre Antonio. De él sólo sabíamos que había adelantado su viaje porque, en palabras de JavierDeCórdoba, "no aguantaba más la espera". Su agradable sonrisa y su amistosa forma de hablar nos ganó el ánimo nada más saludarle. Fue muy grato compartir con él esas horas, especialmente las del tiempo que pasamos pedaleando desde Arzúa hasta Santiago ya que vino todo el tiempo a nuestro lado portando como copiloto a Adrián, uno de los miembros de LA MALETA, que se montó al revés en su motocicleta armado con una cámara para grabar los últimos kilómetros de este DisCamino.  


ADRIAN, PILOTADO POR ANTONIO, CAPTA CON SU CÁMARA EL ENLACE DE MANOS ENTRE GERARDO Y... ¿QUIÉN? LUEGO OS LO DIGO


          Seguramente ya lo habréis adivinado pero, por si acaso, ahí va la respuesta. Para la última etapa teníamos preparada una enorme sorpresa para Gerardo. Su querida Eva, la Mosquetera, iba a pedalear a nuestro lado. Llegó a Arzúa a las 8 de la mañana del domingo, escasos minutos antes de que se iniciara la etapa. La acompañamos al interior del polideportivo donde Gerardo esperaba a que todo estuviese dispuesto para la partida. Eva le cogió las manos y Gerardo preguntó lo habitual: "¿quién es?" Ella se dejó recorrer el rostro y la cabeza mientras iba diciendo que no a todos los nombres que su enamorado iba pronunciando. ¿Cómo iba él a imaginar de quien se trataba? Finalmente Eva le colocó en su rostro el signo de su nombre, dos dedos marcando los hoyuelos que adornan su cara cuando sonríe. 


¡¡EVA!! ¡¡ES EVA!! -GRITÓ ABRAZÁNDOSE A ELLA COMO UNA LAPA 
          Efectivamente era Eva y con ella también vino María, la otra Mosquetera que ya conocéis por fotos anteriores.


          Y vamos con otro de los grandes encuentros de este final del Discamino. También estaba previsto pero su calidad y cantidad desbordó nuestras previsiones. Desde de antes de nuestra partida hacia Roncesvalles, desde el momento en que nuestros compañeros de la Policía Local de Vigo se unieron al proyecto, sabíamos que un grupo de ellos vendría a acompañarnos a pedalear en la última etapa. Sabíamos de las dificultades que eso suponía tanto para encontrar el hueco en las actividades diarias de cada uno de ellos, como para montar la infraestructura necesaria para su traslado. Todo ellos se solventó de la mejor manera posible y esa no es otra que las ganas de colaborar y la buena voluntad por parte de todos ellos. El alma del asunto fue mi jefe directo, Javier Carballo, que contó con la ayuda del oficial Amoedo, "Roger" para nosotros. Entre ellos y todos los demás a partes iguales, porque cada uno tuvo que poner su grano de arena, la cosa fue adelante y el domingo a las 8 de la mañana ligeramente pasadas el grupo de policías ciclistas estaba listo para salir hacia Santiago.


MUCHAS GRACIAS A TODOS VOSOTROS COMPAÑEROS. GRACIAS A ABRAHAM, CÉSAR, PABLO, ALVARADO, QUIQUE, NACHO, BENI, ANTONIO, JAVI, MIGUEL, TUCHO y ABALLE
EL GRUPO POR LAS CALLES DE SANTIAGO A PUNTO DE LLEGAR A LA PLAZA DEL OBRADORIO
          Fueron una compañía inmejorable y una inestimable ayuda para que el grupo fuera seguro y compacto. Nos empujaron a todos en las últimas cuestas de la ruta haciendo más llevaderos los últimos kilómetros de esos 845 que marcó el cuentakilómetros de nuestro triciclo. Un fuerte abrazo compañeros.


          También se incorporó a la comitiva otro buen amigo del Proyecto, alguien sin cuya colaboración las cosas hubieran sido bastante más difíciles. Me refiero a ARNO, el representante de HUKA en España. Pedaleó con nosotros desde antes del Monte del Gozo y entregó a Antonio y a Gerardo sendos ramos de flores ya que, tal como él mismo dijo, "donde hay un holandés no pueden faltar las flores." 


ARNO ENTREGANDO EL RAMO A GERARDO


          Y dejo para el final a la última de las sorpresas que nos deparó el último día del DisCamino. Estaba esperándonos en la plaza del Obradorio como esperan los buenos amigos: tranquila y emocionada. Hablo de Goya, a quien ya conocéis de páginas anteriores del blog. Acudió a recibirnos en tren y en tren regresó a Vigo porque no había sitio para ella en los coches. Muchas gracias amiga. Ya hablaremos.


GOYA ENTRE LOS DOS PROTAGONISTAS DEL DISCAMINO-2012, GERARDO Y ANTONIO, Y MUY CERCA DE MAXI, QUIEN SABE SI EL HÉROE DEL DISCAMINO-2013

DISCAMINO (74): cuatro días seguidos de lluvia

          Como dije el otro día, la lluvia salió a nuestro encuentro el día antes de salir de Castilla-León. Hasta ese momento nos había respetado por completo. Ni una gota, ni un nublado, ni el más pequeño conato de que el cielo fuera a oscurecerse y, de pronto, sin comerlo, pero bebiéndolo por todos los poros de nuestros empapados cuerpos, pareció que se hubieran abierto las compuertas del cielo. Tuvimos lluvia el miércoles antes de llegar a Vega de Valcarce. La tuvimos el jueves al salir de Vega y nos acompañó durante toda la ascensión al Cebreiro. Siguió con nosotros al llegar arriba y no nos abandonó ni en el alto de San Roque ni en el del Poio. Y no sólo era lluvia lo que había sino también una niebla tan espesa que a duras penas veíamos por donde íbamos. Teníamos la esperanza, secreta, porque ninguno se atrevió a ponerla en palabras, de que al alcanzar la otra vertiente de la montaña la cosa se suavizara un poco y pudiéramos gozar de una tregua, pero no tuvimos esa suerte, antes al contrario. Cuando franqueamos el tercero de los altos, nos encontramos con un enemigo inesperado, el viento, y no me refiero a un viento cualquiera sino que era un viento frío que nos acabó de congelar lo poco que aún conservábamos medianamente templado. 
          Pero esto ya os lo había dicho. Lo que sigue es lo que vivimos a partir de ese momento. El viernes salimos de Sarria mirando al cielo y cruzando los dedos para que los negros nubarrones que lo cubrían fueran buenos con nosotros y esperaran a que pasáramos para descargar el agua que acumulaban. No hubo suerte. Primero un ligero orballo y al cabo de un rato una fina lluvia persistente volvieron a traspasar las defensas de nuestros chubasqueros. Para postre, cuando más mojados estábamos, en medio del descenso que nos habría de llevar a Paradela, un nuevo pinchazo vino a tratar de minar nuestra moral. Menos mal que Dani estaba allí manteniendo el tipo. Cumpliendo a la perfección con su papel de ciclista de apoyo siguió hacia adelante buscando un lugar seguro en el que parar para hacer la reparación. Volvió al cabo de un momento con la extraordinaria noticia de haber encontrado a 300 metros un galpón abierto en el que podríamos acogernos. Caminé con Gerardo de la mano hasta el refugio mientras Dani hacía lo propio con su bici y el triciclo. La cámara volvía a estar cortada por la parte del arillo de la rueda así que las mandamos a hacer puñetas a ella y al neumático y montamos la cámara Michelín y la cubierta Kenda que habíamos comprado en Villafranca del Bierzo. Definitivamente tenía que haber algún defecto en las que quitamos porque después de este cambio no volvimos a tener problemas. 
          Casi me olvido de comentarlo. Estábamos en medio de la reparación cuando salió de la casa vecina un señor al que le pedimos disculpas por habernos colado en su propiedad y permiso para seguir allí. Fue tan amable que incluso se ofreció a facilitarnos herramientas o lo que pudiéramos necesitar. Siempre, además de los energúmenos habituales, se encuentra gente buena en el camino. 
          Al volver a la carretera la lluvia había cesado y pudimos llegar a Portomarín sin más contratiempos. Por desgracia no tengo ninguna foto de este tramo ya que, estaba tan empapado, que no me atreví a sacar la cámara de la bolsa de plástico en la que la había guardado para protegerla de la humedad. El resto de la jornada sirvió para que nos fuéramos secando poco a poco ya que, por fin, el sol se decidió a asomar tímidamente la nariz. Y menos mal porque, de lo contrario, hubiera sido insoportable la cuesta de 10 km que hay desde el embalse de Belesar hasta el alto de la Cruz. En ese punto sí que saqué la cámara y...


...PILLÉ A GERARDO ECHÁNDOLE LOS TEJOS A TRAVÉS DE LA VENTANILLA A CARMEN, LA MUJER DE JAVIER LUQUE
TAMBIÉN FOTOGRAFIÉ A NUESTRO COMPAÑERO MANUEL QUE, EN SU SEGUNDO Y ÚLTIMO DÍA DE RUTA CON NOSOTROS, FUE UN GRAN APOYO QUE FACILITÓ QUE CADA TÁNDEM LLEVARA UN ESCUDERO AL LADO. MUCHAS GRACIAS MANUEL 
          Los kilómetros que faltaban hasta Palas de Reis los hicimos sin más contratiempos y gozando de uno de los tramos más bonitos que el Camino tiene para los que nos vemos obligados a circular siempre por carretera. Las distintas aldeas unidas por estrechas pistas asfaltadas nos acercaron los olores del campo y los animales que tanto gustan a Gerardo y que hacen que eleve la voz para decir con su habitual entusiasmo: "¡¡Huele a vacas y caballos!! Es el camino de los Sentidos, ¿verdad Javier? Jajajajajaja."
          La llegada a Palas volvió a estar marcada por la lluvia porque, justo cuando vislumbramos el cartel del desvío que habría de llevarnos al alojamiento que nos buscó Pablo de Native en el complejo LA CABAÑA, la fina lluvia de primera hora de la mañana hizo de nuevo acto de presencia. Carreras para poner a Gerardo bajo techo; carreras para descargar las cosas; carreras para quitarnos la ropa mojada y carreras para ducharnos por turnos y abrigarnos lo antes posible. Aquello parecía más un gran premio de algo relacionado con el motor que lo que se supone que debe ser un apacible Camino hacia Santiago.   
          Por la tarde teníamos prevista grabación con LA MALETA y, como no sabíamos cual sería el horario ni el tiempo empleado para ello, con el fin de simplificar las cosas, amablemente nos invitaron a cenar con ellos. Fue una velada preciosa que transcurrió en la bonita casa rural en la que estaban ellos alojados. 


ANTES DE CENAR PUSIERON A GERARDO SOBRE LOS ALTAVOCES DE SU FURGONETA Y FLIPÓ CON  LAS VIBRACIONES DE LA PERCUSIÓN
CENANDO JUNTOS CON TODO EL EQUIPO. UN RATO MUY ESPECIAL. ¡¡AH!! Y LA EMPANADA QUE HIZO PRODUCCIÓN, DELICIOSA
          Pero el título hablaba de cuatro días de lluvia y de momento sólo llevamos tres. El cuarto iba a ser un día aparentemente muy fácil de manejar. Se trataba de la penúltima etapa de la ruta y nos tenía que llevar de Palas de Reis hasta Arzúa. Escasos 30 kilómetros, es decir, unas dos horas de camino, que nos iban a permitir salir a la carretera cuando las condiciones climatológicas nos lo permitieran. La tónica de los días anteriores había sido de lluvia a primeras horas de la mañana que iban poco a poco remitiendo conforme el día avanzaba, llegando a detenerse por completo durante la tarde. En vista de ello decidimos, como primera medida, retrasar la hora de salida de las 8 a las 9 de la mañana y, a esa hora, reunirnos para decidir qué hacer. Dieron las 9 y, sesenta minutos más tarde, las 10 y la lluvia continuaba cayendo. Pusimos como tope las 11 de la mañana. A esa hora saldríamos sí o sí con la única diferencia de que lo haríamos con los niños o sin ellos en función del agua que estuviera cayendo. A las 11 no había parado de llover pero sí que se habían producido un par de interrupciones de hasta 10 minutos cada una de ellas que nos hacían concebir esperanzas pero no decidirnos a salir. A las 11:30, mientras vaciábamos las habitaciones, recibimos la llamada de una amigo que nos anunciaba que en la zona de Arzúa estaba todo completamente despejado. Eso, unido a la tímida aparición de un rayo de sol, nos dio el impulso necesario para decidir montar a los chicos en los triciclos e iniciar la etapa. Aún no llevábamos rodados ni 2 kilómetros cuando empezó de nuevo a llover y, por supuesto, nos pusimos como sopas una vez más.

LARGO TIEMPO DE TENSA ESPERA RODEADOS DEL EQUIPO DE LA MALETA Y DE OTROS AMIGOS QUE LUEGO OS PRESENTARE
           Cuatro días de lluvia ininterrumpida que no consiguieron detenernos ni dañar nuestra salud pero sí aguaron bastante la fiesta.