Siempre vuelve a amanecer

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SIEMPRE VUELVE A AMANECER

martes, 26 de noviembre de 2013

DISCAMINO (101) [2014.1]: ¡¡¡QUÉ GRANDE, VARELA!!!

          Cada vez me sorprende más lo estúpido que soy. Hacía ya tiempo que me había dado cuenta de lo mucho que podéis y desde que conocí a Gerardo supe que erais capaces de todo; de todo y de más, de mucho más. Eso es algo que siempre digo cuando tengo la oportunidad de hablar de vosotros, y de ahí mi estupidez. Porque, si lo digo, debería creérmelo y, si me lo creyera de verdad, no tendría que sorprenderme cuando os veo llevar las cosas más allá de lo que a cualquier persona sensata le parecería normal. 
          ¿A qué viene todo este rollo? Todo este rollo viene a que esta pasada semana conocí a Jose Varela. 


          Bueno, en realidad lo conocía desde hacía tiempo pero este pasado sábado tuve la suerte de saber algo más de él ya que, hasta ese momento, sólo sabía:
* Que era compañero de Maxi en APAMP y que, como él, padecía una parálisis cerebral.
* Que le costaba bastante caminar, pero que podía hacerlo solo, aunque, para mayor seguridad, acostumbraba a ir del brazo de alguien o apoyado en la silla de ruedas de algún colega.  
* Que era muy inteligente y que, a pesar de su "problema" en el cerebro, tenía la cabeza muy lúcida y le encantaba escribir.
 * Que era súper-educado, amable y atento y que su forma de hablar era exquisita, de caballero de los de antes.
* Y que, desde que habíamos probado las famosas bicis dobles de Maxi con sus colegas de APAMP, deseaba subirse al triciclo como copiloto. 
          Cuando el pasado verano Maxi llegó a Santiago después de haber terminado su primer Camino en el triciclo, Varela le entregó una carta escrita por él mismo. Venía en un sobre preparado de su puño y decía..



           Pues bien, Varela es, desde el pasado sábado, nuevo copiloto del DisCamino. Siete días antes habíamos hecho una pequeña prueba de 15 minutos para ver como se desenvolvía. Necesitaba saber si le sería muy complicado subir al triciclo y ver que tal pedaleaba. Los dos tests las pasó con nota porque, a pesar de sus necesidades especiales, su resto de movilidad es fantástico y lo aprovecha de una forma excelente. Fue capaz hacer de modo completo el ciclo del pedaleo y, aunque sus manos y muñecas tienen serias complicaciones, dio gusto ver como se agarraba al manillar y se equilibraba sobre el sillín. Una vez que vimos que no habría problemas, charlamos sobre los entrenamientos. Quedamos en salir a pedalear los sábados desde las 12:00 a las 13:30, aunque dijimos que iríamos poco a poco al principio ya que, y esta es una de las cosas más grandes de Varela, Jose tiene ni más ni menos que 61 años. "Muchos para empezar a pedalear" pensarán  algunos. "¡¡Qué ganas de romper el cuerpo a estas alturas!!", dirán otros. "¡¡Tonterías!!", les digo yo a  todos esos. ¿Sabéis que fue lo que dijo Jose Varela cuando llegamos a APAMP después de una hora de dar pedales? "Estoy estupendamente" y la sonrisa no le cabía en la cara.

SUJETANDO SUS PIES A LOS PEDALES
EN PLENO ESFUERZO DE REGRESO A LA RESIDENCIA DE APAMP

¡¡¡QUÉ GRANDE ERES VARELA!!!