Siempre vuelve a amanecer

Siempre vuelve a amanecer
SIEMPRE VUELVE A AMANECER

domingo, 14 de abril de 2013

DISCAMINO (86): primer entrenamiento serio

          Esta mañana ha sido, por fin, la mañana del día tanto tiempo esperado. Como ya he escrito en alguna que otra ocasión, Maxi lleva ya una buena temporada entrenando para su gran ilusión, hacer el Camino de Santiago, o, como dice él con su maravillosa lengua de trapo, "Camino re Satiago". Desde hace varias semanas teníamos planeada una ruta para la primera mañana soleada que quisiera regalarnos el caprichoso cielo de este extraño año meteorológico. La idea era salir tempranito de Vigo y pedalear hasta Bayona, tomarnos allí un bocata y regresar. Serían tres horas de pedaleo para los aproximadamente 42 kilómetros que hay desde Balaídos, punto de inicio, y la playa de Santa Marta, lugar de parada en Bayona, final del tramo de ida y principio del regreso. Maxi estaba ilusionado y nervioso porque, no en vano, en nuestros entrenamientos con el triciclo nunca habíamos rodado más de dos horas seguidas y embarcarse de pronto en una salida de un mínimo de tres era algo para preocuparse. Esta vez Gerardo no nos acompañaría porque, de momento, para él el ritmo de Maxi es aún demasiado lento y no se divertiría. Así pues íbamos a ir solos, o eso era lo que él creía porque, lo que no sabía era que yo había hablado con Eva y Nati, dos de nuestras queridas Mosqueteras, y les había propuesto que se vinieran con nosotros. Como aliciente extra les había ofrecido hacer la etapa en el otro Copilot y aceptaron encantadas igual que encantado dejaron a Maxi cuando las vio aparecer increíblemente puntuales en el taller de su padre a las 09:40 de la mañana.

MAXI FELIZ ENTRE LAS DOS MARAVILLOSAS MOSQUETERAS, EVA y NATI, NATI y EVA. NO PUDO ENCONTRAR MEJORES ESCUDERAS

          Nos pusimos en marcha a las 10:20, veinte minutos más tarde de lo previsto y, como estaba previsto, llegamos a   la playa de Santa Marta de Bayona 90' después, es decir, a las 11:50. Durante el descanso nos comimos unos riquísimos bocatas que nos agenció nuestro intendente de lujo, el padre de Maxi. Cuando digo nos me refiero a Maxi hijo, Nati y yo, porque a Eva no le sienta bien comer durante el ejercicio y prefirió no hacerlo. Como era una pena desperdiciar semejante bocata hice un esfuerzo y me lo metí entre pecho y espalda (vaya, que me lo jalé por el morro). Cuando, alrededor de las 12:45 nos disponíamos a arrancar de nuevo, esta vez de regreso hacia a Vigo, apareció en la playa con su bici nuestra buena amiga Marta, fotógrafa de prensa (Faro de Vigo) y se decidió a acompañarnos un trozo. Gracias a ella tenemos inmortalizado un momento del genial pedaleo de este precioso día.

LOS CUATRO JINETES DE "LASPOCASBICIS"
(FOTO POR CORTESÍA DE MARTA BREA)

          Llegamos a Vigo a las 14:15 y lo hicimos con la lengua fuera, muertos, reventados, exhaustos,...pero no porque la ruta nos hubiese matado sino porque las pérfidas, traidoras, sinvergüenzas, abusonas, malas amigas, brujas,...de Eva y Nati, que habían ido todo el puñetero día chupando rueda, hicieron un demarraje al más puro estilo Alberto Contador y nos adelantaron en plena avenida de Citroën. Maxi reaccionó acelerando el ritmo y pidiéndome que no le dejara sólo en el contraataque. Eché el resto pero no fue suficiente, seguían sacándonos cada vez más ventaja. La fortuna vino a echarnos un cable en forma de cambio de luz y el semáforo de Valle Miñor con Av. de Citroën se puso  rojo. Las alcanzamos y las rebasamos pero volvieron a pasarnos en la entrada en la Av. de Balaídos. Cambiamos de nuevo y, con las piernas y el trasero ardiendo por el esfuerzo, nos fuimos otra vez a por ellas. Faltaban 10 metros para llegar a la meta cuando, en un ataque de soberbia, dejaron de pedalear y se giraron a mirarnos. Pensaban que estaríamos a años luz de sus traseros y.... fiiiuuuuummm... las dejamos clavadas y entramos primeros en la meta. Maxi no cabía en si de gozo.
          Ha sido una mañana estupenda en la que hemos echado de menos a Gerardo, a María y a Eli pero... no hay problema porque habrá muchas más mañanas como esta. 
          Eva y Nati, Nati y Eva, infinitas gracias por vuestra compañía, por vuestro cariño con Maxi y por estar pensando seriamente en ser nuestras bicis de apoyo en la ruta de este verano.