Siempre vuelve a amanecer

Siempre vuelve a amanecer
SIEMPRE VUELVE A AMANECER

martes, 7 de diciembre de 2010

EL CLUB DE LOS POETAS MUERTOS N. H. Kleinbaum


Se centra en una frase que es un clásico, mil veces repetida y muchas erróneamente interpretada. Este es mi extracto del libro.
 
     “¿Carpe diem? Aprovecha el tiempo presente. [...] Porque todos nosotros en tanto que existimos estamos condenados a que se nos coman los gusanos. Porque estamos condenados a no conocer más que un número reducido de primaveras, veranos y otoños. Un día, por increíble que eso pueda parecer a sus robustas constituciones, este corazón que se agita dentro de nuestro pecho dejará de latir y exhalaremos el último suspiro. [...] Carpe diem. Aprovechad el día presente. Que vuestras vidas sean extraordinarias.” (p. 28)

     “Abandonar todo lo que no era la vida, para no descubrir, en el momento de mi muerte, que no había vivido.” (p.56)

      “Si tienen ustedes alguna certeza, entonces oblíguense a considerar la cuestión desde una perspectiva diferente, incluso aunque eso les parezca idiota o absurdo.” (p.62)

     “Todos llevamos en nosotros mismos este deseo de ser aceptados; pero traten de estimular lo que tienen ustedes de único o diferente, incluso aunque por ello se vean tachados de excéntricos.” (p.86)

Síndrome de Judas

          Era tan fácil antes, cuando aun no había anidado la desconfianza en su interior. No le costaba nada sonreírle a cualquiera ni pararse a hablar con el primero que se dirigiera a él. Nada le hacía pensar en negativo. Todo el mundo era bueno y digno de recibir atención. Es terrible hacerse mayor e ir descubriendo las dobleces de la gente. Es desesperante vivir con la máscara y el escudo protector pero... ¿cómo no hacerlo cuando hay tanto de lo que protegerse? ¿O será de esa necesidad de protección de lo que verdaderamente hay que tratar de librarse? Un día escuchó a un amigo profesor decir que prefería mil veces más ser considerado un cabrón por todos sus alumnos que permitir que uno solo de ellos le tomara el pelo. También leyó el escrito de  alguien que decía que, con tal de no equivocarse con uno solo de los cien que habían acudido a él en busca de ayuda, no le importaba que los otros noventa y nueve le hubiesen engañado. ¿De qué lado se pondrá? ¿Donde encontrará la paz?

lunes, 6 de diciembre de 2010

Tengo un amigo desconocido...

...que tiene un blog. Siempre que puedo distraigo un ratillo para echarle un vistazo y ver si ha escrito algo nuevo. Los suyos son textos breves, muy bien redactados y llenos de contenido. Es emocionante cuando descubro una nueva entrada y mucho más si lo que ha escrito es tan bonito como acostumbra. Pero no acaba ahí la cosa. Lo mejor de todo es cuando su Entrada me hace reflexionar y surge un comentario. La emoción entonces se prorroga y me emplaza para el día siguiente: ¿habrá conseguido el comentario provocar una reacción en mi desconocido amigo?

domingo, 5 de diciembre de 2010

MARTES CON MI VIEJO PROFESOR de Mitch Albom

Copio un párrafo de su libro como justificación del título de este blog.
“¿Por qué te crees que es tan importante para mí oír los problemas de los demás? ¿Acaso no tengo bastante dolor y sufrimiento propios? Claro que los tengo. Pero lo que me hace sentirme vivo es dar a los demás. No es mi coche ni mi casa ni mi aspecto cuando me miro al espejo. Cuando doy mi tiempo, cuando puedo hacer sonreír a alguien que se sentía triste, me siento todo lo sano que puedo sentirme. Haz cosas que te salen del corazón. Cuando las hagas, no estarás insatisfecho, no tendrás envidia, no desearás las cosas de otra persona. Por el contrario, lo que recibirás a cambio te abrumará.” (p.148)

Primer pensamiento

          Es mi firma en todos los e-mails y, aunque no es obra mía, la suscribo al 100% y trato de vivir con ella todos los minutos del día. Dice así: "si tu mal tiene remedio, ¿por qué te aflijes? Y si no tiene remedio, ¿por qué te aflijes? No os aflijáis en vano."

Recién llegado

          Siempre me pregunté para qué serviría esto de los blogs, los facebooks y los twitters y todo lo que se me ocurría estaba relacionado con el exhibicionismo: "¿para qué querría la gente ponerse en un escaparate? ¿no les daría reparo que cualquiera pudiera acceder a sus pensamientos y reflexiones?" Y me negaba a dejar que mis cosas se airearan. 
          ¿Qué hago entonces abriendo uno de esos? Muy fácil: aplicar la máxima que dice eso de que "de sabios es rectificar". Sí, justo eso, porque ya no me parece mal que alguien pueda leer lo que escribo y, por tanto, saber lo que pienso; es más, me encantará saber que alguien ha leído lo que publiqué y que, tal vez, incluso pudo servirle de algo.