Siempre vuelve a amanecer

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SIEMPRE VUELVE A AMANECER

jueves, 28 de junio de 2012

DISCAMINO (66): historias del camino

          Los días en el Camino son, por lo general, enormemente largos y en ellos se suceden los encuentros y las experiencias. Encuentros con personas, con paisajes y monumentos y experiencias que se viven o que se escuchan de labios de los que las vivieron. Cada día tiene una historia particular que destaca por encima de las demás y esas son las que os vamos a contar. Además, sería un rollo interminable detallar todas las cosas que nos van sucediendo desde que nos levantamos a las seis de la mañana hasta que apagamos las luces de la habitación alrededor de las once de la noche.
          Si tuviera que elegir estas serían algunas de las que guardaría en el cofre de los recuerdos:

* La visita al monumento de los Sanfermines: Gerardo se puso loco de contento cuando le llevamos a tocar las esculturas del monumento. Los corredores en las diferentes posiciones en las que se encuentran y las distintas partes del cuerpo de los toros le hicieron exclamar y reír como hace tiempo que no lo hacía.


* El horrible día de los pinchazos inacabables buscamos un taller de bicicletas en Estella para arreglar los desperfectos. Nos atendió el dueño y, como no tenía lo que necesitábamos, nos hizo un apaño para salir del paso. Aprovechamos y le compramos una cámara de repuesto porque ya habíamos agotado las existencias con tanto pinchazo a lo largo de la jornada. Durante el rato que estuvimos en el taller hablamos del tipo de bici que llevábamos, del porque de esa bici, de donde nos alojábamos,... Cuando estábamos cenando, muy tarde ya, caí en la cuenta de que, al pagar, había dejado la cámara sobre el mostrador y después no la había vuelto a coger. ¡Menuda cagada!, ¿verdad? Al regresar del bar nos dijeron que hacía un rato que había ido un chico por allí a llevar un paquete. Era nuestra cámara. Miguel Ángel, que es el nombre del dueño del taller, se acordaba del sitio en el que estábamos alojados y al cerrar la tienda nos llevó la cámara. Ángel de nombre y algo más.

Seguiremos contando.

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