DISCAMINO 2013 (87): Nico ya llegó a Santiago

Me encantaría tener una memoria prodigiosa y recordar todos los detalles de las cosas pero, desgraciadamente, no nací con ese don. ¿Por qué digo eso? Pues porque me encantaría saber cuándo y cómo fue el primer  contacto que mantuve con ellos pero me temo que para eso necesitaría ese tipo de memoria de la que carezco así que, como no quiero faltar a la verdad, me limitaré a decir las cosas de la mejor forma que pueda, a saber,...

Hace más de cuatro meses recibí una llamada de JavierDeCórdoba, el papá de Antonio, nuestro querido compañero del DisCamino del año pasado. Me decía que había contactado con él la mamá de un chico alicantino que tenía una situación física y mental muy parecida a la de su Noni, nuestro Antonio. El chico tenía 18 años, se llamaba Nico y su mamá quería hacer con él lo mismo que habían hecho los cordobeses el año 2007: el Camino de Santiago empujando su silla de ruedas. Me dijo que, con la libertad que le otorgaba la amistad que nos une, se había permitido pasar a Cristina, la mamá de Nico, mi número de teléfono y mi dirección de correo electrónico para que se pusiera en contacto conmigo de cara a orientarla en su sueño. Le dije que me parecía estupendo y que tenía mi permiso para hacer lo que mejor le pareciera con mi número de teléfono.

NICO SIEMPRE BUSCA A SU MAMÁ CON LA MIRADA

Huelga decir que me puse a esperar con impaciencia esa llamada que, final y, porque no decirlo, afortunadamente, no tardó mucho en llegar.

     - Hola, soy Cristina, la mamá de Nico. Javier De Córdoba me dio tu teléfono y me dijo que tú podrías ayudarme.

Esas fueron, más o menos, las primeras palabras que intercambiamos. Me dijo que su hijo Nico tenía una severa parálisis cerebral, que iba en silla de ruedas y que estaba muy ilusionado en hacer este año el Camino de Santiago. También me contó que ella lo había hecho el año pasado y que tenía muchas ganas de repetir la aventura pero esta vez compartiéndola con su hijo. Quería saber si era posible hacerlo con la silla de ruedas y, caso afirmativo, cómo tendría que hacer para recorrerlo. Le pedí que me adelantara las fechas que estaba barajando y le dije que, si me coincidía bien con el trabajo, me haría muy feliz poder acompañarles. Varios correos electrónicos, guasaps y llamadas telefónicas más tarde, el plan estaba hecho:

•    Saldríamos de Vigo

•    Empezaríamos el día 16 de Julio

•    Recorreríamos el Camino Portugués de la Costa

•    Lo haríamos en 5 etapas: Vigo-Redondela, Redondela-Pontevedra, Pontevedra-Caldas de Reis, Caldas-Padrón y Padrón-Santiago

•    Con ellos vendrían Toño (compañero sentimental de Cristina), Esperanza (tía de Nico) y Elia (mujer que cuida a Nico desde hace 13 años y que es una segunda madre para él)

•    Caminaríamos por las mañanas

•    Yo  regresaría cada día a comer a Vigo una vez finalizada la etapa

•    Cada mañana, a las 07:00 en punto, les esperaría con la furgoneta en la puerta de su hotel y nos iríamos con los dos coches hasta el fin de etapa del día. Dejaríamos mi coche allí y regresaríamos con el suyo, lo cargarían y lo dejarían estacionado en el parking del hotel.

•    Al acabar la caminata volveríamos con mi furgoneta a recoger su coche.  

Todo esto, como podéis suponer, me hacía una enorme ilusión. Íbamos a repetir la inolvidable experiencia vivida con la familia de Córdoba, unos desconocidos antes del verano del 2007 que ahora forman parte de mi familia. Pues bien, por si eso fuera poco, en esta ocasión había algo más, algo genial e inaudito.... Estela, mi Polilla, vendría con nosotros. Cuando se lo conté y la invité a acompañarnos lo dije un poco con la boca chica porque sé que a ella no le gusta embarcarse en mis líos pero... me equivoqué. Desde el primer momento se animó y participó en la aventura. Una tarde de principios de Julio cogí la bici y Estela la furgo y nos fuimos a estudiar el Camino con el objetivo de buscar puntos imposibles para la silla y, por tanto, de obligado desvío en nuestro recorrido con Nico y su familia. Empezamos en Pontevedra y terminamos en Santiago. El primer tramo, el de Vigo a Pontevedra, ya lo había hecho unos días antes así que, con eso, el itinerario quedaba establecido. En lo básico era igual al del 2007 con alguna pequeña modificación fruto de diferentes mejoras en el firme de los senderos y del asfaltado de algún tramo de tierra. La preparación terminó con otra salida a pedalear, en esa última ocasión a Tuy, a la catedral, a coger las cinco credenciales que les harían falta para los sellos del Camino y la Compostela del final de la peregrinación.

Y llegó el 15 de Julio, día en que los futuros peregrinos viajarían de Alicante a Vigo. A las 19:25 llamaron para decir que ya estaban en Orense, es decir, que les faltaba aproximadamente una hora de coche  para rematar el maratoniano viaje. Cuando terminé de trabajar, después de que me confirmaran que ya habían llegado, me acerqué al hotel a conocerles. 

Tras preguntar por ellos en la recepción me dirigí en el ascensor al tercer piso y caminé por el pasillo hacia sus habitaciones. A la primera que encontré fue a Cristina. Nos saludamos y me pidió que la siguiera para que pudiera presentarme a los demás. Primero lo hizo con Nico, protagonista de esta primera parte del DisCamino-2013 y razón de ser de esta historia, y, acto seguido, al resto del grupo.

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Hay cosas que todos tenemos la impresión de tener grabadas desde siempre en el disco duro de nuestro cerebro. Eso es lo que me sucede a mi con las primeras impresiones. Desde que en el colegio uno de mis profesores nos dijo un día que había que ser muy cuidadosos tanto con ellas como con los juicios precipitados a la hora de conocer personas nuevas, desde ese lejano día, he intentado ser muy cauto a ese respecto. Sin embargo, a pesar de que he tenido la precaución de no dejarme llevar, estaréis de acuerdo conmigo en que es muy difícil sustraerse a ellas por completo y esta vez no fue una excepción.

      

CRISTINA: majísima, súperdulce, muy agradable, híper-cariñosa con todos y muy especialmente con su hijo con el que hablaba y parecía entenderse de un modo totalmente mágico,... el paso de los días me daría la razón al cien por cien (¡¡¡Ah!!!... y muy guapa).

CRISTINA

NICO: después de las conversaciones mantenidas con su madre durante la preparación del Camino, tenía la idea de que Nico, a pesar de su severa discapacidad, muy parecida a la de mi querido Antonio de Córdoba, tenía un nivel de comprensión de las cosas muy alto y que la comunicación con él era, no sólo posible, sino, además, sencilla. Cuando entré en su habitación y Cristina nos presentó, Nico, que estaba terminando de cenar, ni siquiera pestañeó. Su falta de respuesta fue criticada por su madre que mantuvo una conversación con él recriminándole con dulzura que no me hubiese hecho caso alguno, justificándolo ante mí por lo largo y fatigoso del viaje. Debo confesar que, al ver la escena, pensé que el amor de madre y, muy probablemente, el deseo de que su hijo se comunicara con ellos, había llevado a Cristina a perder un poco la chaveta haciéndole imaginar respuestas de su hijo e inventando conversaciones imposibles, entre otras, aquella que me había contado por teléfono en la que se suponía que él mismo había elegido hacer el Camino de Santiago. Tampoco ayudaba en nada el hecho de que la imagen que yo tenía de Nico fuera la de una foto en la que sonreía de oreja a oreja mientras sujetaba una jarra de cerveza. Lo que acababa de ver parecía estar a años luz del muchacho que me había imaginado. No parecía ser capaz de hacer una sola de todas aquellas cosas...el paso de los días me demostraría cuán equivocada había sido aquella primera impresión.

NICO

TOÑO: no hablamos mucho. Nos limitamos a saludarnos con cordialidad, a explicarle por donde ir a la zona del puerto para cenar y a concretar la estrategia que emplearíamos durante los días de Camino para el traslado de los coches. Pocas frases pero enmarcadas todas ellas en una sonrisa tan cautivadora, de esas que nacen en los ojos e iluminan por completo el rostro, que me hizo pensar que sería muy fácil y agradable compartir con él los siguientes cinco días...un bingo completo.

TOÑO

ESPERANZA (ESPE): la primera imagen que tuve de ella fue la que sigue: Espe parada en mitad del pasillo del hotel, entre las dos habitaciones que ocupaba el grupo; alguien la llamaba por su nombre; se paraba a escuchar levantando la cabeza hacia el techo tratando de identificar de donde procedía la voz; cuando supo de que habitación la llamaban, se dirigió hacia su interior. Salió de nuevo. Se había equivocado de habitación. Algo en la naturalidad de su reacción me hizo pensar que congeniaríamos con ella a las mil maravillas...y así fue.

ESPE

ELIA: estaba dándole la cena a Nico. Parecía la clásica aya antigua que ciertas familias contrataban para que se encargara del cuidado de los niños de la casa. No me quedaba muy claro como ella, una empleada al fin y al cabo, iba a participar de esa aventura familiar... y no lo podía entender porque partía de una premisa errónea: Elia no es una simple empleada. Elia forma parte de la familia de Cristina.

ELIA

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Nos despedimos hasta el día siguiente fijando las 08:00 como hora de salida.

–  Estaré aquí un poco antes de las ocho para ver si podemos iniciar la ruta a las ocho en punto, ¿os parece bien? -pregunté.

–  Vale, a las ocho. Aunque supongo que podremos tener un cuarto de hora de flexibilidad, ¿no? Quiero decir, que las ocho significan realmente entre ocho y ocho y cuarto, ¿verdad? -dijo Cristina.

–  No me parece mala la idea del cuarto de hora de flexibilidad pero, si no os importa, podemos colocarlo hacia atrás en vez de hacia adelante, es decir, que saldremos entre las ocho menos cuarto y las ocho. Pensad que un cuarto de hora de sol de julio a la una del mediodía es mucho peor que un cuarto de hora menos de sueño.

Todos se rieron y yo insistí en que esa era mi forma de ver las cosas pero que, al fin y al cabo, ese Camino era su Camino y que si preferían hacerlo de modo distinto me parecería perfecto. Dijeron que no, que les parecía bien lo que habíamos planificado y que, a fin de cuentas, yo era el que se suponía que sabía qué era lo más conveniente.

EL PRIMER DÍA FUIMOS POR LA RUTA DEL AGUA DESDE VIGO HASTA REDONDELA. UNA JORNADA MUY AGRADABLE QUE NOS SIRVIÓ PARA IR CONOCIÉNDONOS Y DARNOS CUENTA DE QUE IBA A SER UN PLACER MARAVILLOSO CAMINAR CON LA HERMOSA FAMILIA DE NICO

DESDE ESE PRIMER DÍA QUEDÓ CLARO, POR UNA CUESTIÓN DE FUERZA Y FORMA FÍSICA, QUE QUIEN LLEVARÍA A NICO LA MAYOR PARTE DEL TRAYECTO SERÍA TOÑO Y QUE LOS DEMÁS COLABORARÍAN EN MOMENTOS PUNTUALES. 

NICO LO QUE QUERÍA ERA TENER A SU MADRE AL LADO PARA DARLE LA MANO Y SENTIRLA CAMINAR A SU VERA. DE ESA FORMA FUERON SIGUIENDO LAS FLECHAS AMARILLAS DE PRINCIPIO A FIN. CUANDO CRIS SE RETRASABA POR ALGUNA RAZÓN HABÍA QUE VER LO RÁPIDO QUE NICO LA LLAMABA AL ORDEN

A PESAR DE UN PEQUEÑO DILEMA ENTRE ESPE Y LOS PUENTES, A TODOS LES GUSTÓ EL PUENTE ROMANO DE PONTESAMPAIO 

EN LAS CUESTAS ARRIBA TODOS TENÍAN QUE ARRIMAR EL HOMBRO PARA DARLE UN RESPIRO A TOÑO....

...QUE EN LAS BAJADAS SE COLOCABA UN ARNÉS CON EL QUE SUJETABA LA SILLA DE NICO PARA EVITAR QUE ÉSTA SALIERA DISPARADA EN EL CASO DE ALGÚN TROPEZÓN O DE QUE LE FALLARA LA MANO CON LA QUE LA LLEVABA AGARRADA (Toño, verás que no he dicho nada de lo bien que te sentaba el dichoso arnés)

Y TANTA TENSIÓN ESTABA CLARO QUE LE IBA A OBLIGAR A APROVECHAR CUALQUIER PARADA PARA RECUPERAR LAS FUERZAS

ESPE, ENTRETANTO, SE DEDICABA A INMORTALIZAR LA RUTA CON SU VIDEOCÁMARA MOMENTO EN EL QUE CRISTINA, SEGÚN OPINIÓN DE TOÑO, SE PONÍA A EMPUJAR LA SILLA PARA SALIR EN LA FOTO

LO ÚNICO MALO ERA TENER QUE CIRCULAR EN DETERMINADOS MOMENTOS POR LA CARRETERA ANTE LA IMPOSIBILIDAD DE QUE LA SILLA DE NICO LO HICIERA POR ALGUNO DE LOS TRAMOS DEL CAMINO

CON EL PASO DE LOS DÍAS NOS DIMOS CUENTA DE LO EQUIVOCADA QUE HABÍA SIDO NUESTRA PRIMERA IMPRESIÓN ACERCA DE NICO. DESPUÉS OS DIRÉ POR QUÉ PERO, MIENTRAS TANTO, FIJAOS CON QUE ALEGRÍA SE ENCARGABA DE PONER EL SELLO EN LAS CREDENCIALES

Y DE ESTA MANERA, PERSIGUIENDO LAS FLECHAS.....

LLEGAMOS A SANTIAGO 

Ha pasado algo más de dos meses desde que nos despedimos en la plaza del Obradoiro y desde ese instante he estado buscando el momento oportuno para escribir estas notas. La demora no se debe a que no supiera que decir. No, para nada, porque lo sé muy bien. Sólo podemos decir cosas bonitas de esos cinco días que compartimos. Conocimos a gente excepcional con la que vivimos la preciosa experiencia de acompañar a Nico, un nuevo y adorable PEREGRINO AVENTURERO, en su primer Camino de Santiago. 
Me cuesta encontrar las palabras justas para describir la profunda impresión que dejaron en nuestros corazones. El amor con el que Cris cuida de su hijo. La forma en la que le habla y las miradas y sonrisas con las que Nico le responde. Porque ese es el secreto de su comunicación, las miradas y las sonrisas. Con una mirada dice que NO y con una sonrisa dice que SÍ. Con una mirada y con una sonrisa, como jugando al juego de las adivinanzas en las que sólo se puede responder con un SÍ o con un No, de esa forma consiguen saber qué es lo que Nico quiere y qué es lo que Nico piensa. Y de esa forma fue como consiguieron averiguar que Nico quería hacer el Camino de Santiago igual que lo había hecho su mamá el año anterior en compañía de su tía Espe. Y yo que pensé que todo eran imaginaciones de Cris. ¡¡Seré burro!! Perdóname, por favor.
¿Y Toño, Espe y Elia? Tres ángeles más de esos que tan pocas oportunidades tiene uno de conocer. 

¡¡CON QUÉ CARIÑO EMPUJABA Y TIRABA DE LA SILLA!!
¡¡CON QUÉ ESTOICA PACIENCIA SOPORTABA LAS PULLAS DE LAS 3 MUJERES!!
Y SIEMPRE CON UNA SONRISA EN LOS LABIOS
(TOÑO)

¡¡QUÉ HUMOR FINO EL SUYO!!
SIEMPRE CON ALGO QUE CONTAR CON ESA GRACIA SUYA
TAN CASTIZA. GRACIAS A TI, NUNCA OLVIDAREMOS LO ALTO
QUE CANTAN LAS CIGARRAS EN GALICIA
(ESPE)

"ESTA MUJER NO LLEGA A SANTIAGO ANDANDO", PENSAMOS, Y VAYA SI LLEGÓ, FRESCA COMO UNA ROSA. UN CIELO DE PERSONA. UNA PERFECTA SEGUNDA MAMA PARA NICO A QUIEN CUIDA COMO SI FUERA SU PROPIO HIJO Y DE QUIEN RECIBE TONELADAS DE CARIÑO
(ELIA)