Siempre vuelve a amanecer

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domingo, 15 de abril de 2012

DISCAMINO (30): seguimos haciendo amigos

     
         
        ¿Os acordáis de Ángel, el hermanito de Tania, la alumna de mi amigo Jota en el Instituto de Secundaria y Bachillerato Pino Manso de Porriño? Pues bien, ayer fui al pabellón del Carmen a ver su entrenamiento de baloncesto porque nuestro nuevo amigo, aunque aún no le llega ni siquiera a la cadera a su ídolo Pau Gasol, ya hace sus pinitos en el mundo de la canasta. Cuando me lo dijo yo me mostré un poco excéptico y no le creí cuando me comentó que ya conseguía alcanzar el aro en sus lanzamientos con el balón. Le dije que antes de creerlo tenía que verlo y fue por eso que este sábado quedamos citados en la cancha. Desafortunadamente su madre se puso mala y la fiebre no le permitió llevarlo al entrenamiento. A pesar de que me mandaron un sms para avisarme, yo, en Babia como casi siempre, no me enteré y me personé puntualmente en la cancha. Allí sus compañeros me dijeron que ese día no había ido y que no sabían por qué. Al coger el móvil para preguntarles si aún iban a acudir fue cuando vi el sms. De todas maneras me quedé viendo el entreno y, gracias a eso, tuve la oportunidad de conocer a unas personas estupendas. Me estoy refiriendo a Héber y a su padre Tino y a Nico y a su padre Miguel. También pude ver al resto de sus compañeros y a las personas que trabajan con ellos, entrenadores y colegas que se sientan en una silla de ruedas para completar el número de jugadores necesarios para echar una pachanga. He de confesar que al principio se me pusieron los dientes largos al verles sentarse y empezar a jugar pero luego, al ver la piña que se pegó uno de los agregados cuando quiso llegar a una bola olvidándose de que ya no podía usar los pies, casi me alegré de no estar en su sitio. 
           Tino y Héber tienen un triciclo-tándem construído por el propio Tino a partir de un tándem normal en línea y el eje trasero de un triciclo de una plaza. Me puso la carne de gallina cuando le oí hablar de su hijo, del largo camino que llevan recorrido luchando por su integración, de la cantidad de puertas que han encontrado cerradas, de las inmensas alegrías vividas cuando hallaron alguna abierta y de su tremenda ilusión por hacer juntos, en el triciclo que comparten, el Camino de Santiago. Le hablé de Gerardo y de su frase: "Javier, busca otras personas con problemas como yo para hacer juntos muchos años el Camino". Por supuesto ya hemos quedado para entrenar y empezar a proyectar ese Camino que tanto desean y que tanto deseamos también nosotros.

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