Siempre vuelve a amanecer

Siempre vuelve a amanecer
SIEMPRE VUELVE A AMANECER

viernes, 18 de mayo de 2012

DISCAMINO (45): teniendo a Eva sólo nos faltaba...

¡¡...LA SERPIENTE!!
          
          Y la encontramos. Fue ayer por la mañana durante el entrenamiento. Íbamos por Ricardo Mella con dirección a Ramallosa y la vi en la cuneta. Tenía pinta de haber sido atropellada. Paré el triciclo, di la vuelta y pedaleamos hacia el sitio en el que creí haberla visto. Seguía en la misma posición. Volví a parar, le quité los pies a Gerardo de los pedales automáticos y le dije que me esperara allí. 
- ¿Adonde vas Javier?
- Voy a buscar una cosa. Vengo pronto. No te muevas.
- ¿Qué vas a buscar Javier?
- Después te lo enseño.
          Cuando regresé con el bicho y le dije lo que era se puso loco de contento porque hacía ya mucho tiempo que me había pedido que le dejara tocar una serpiente cuando la encontráramos trabajando. A pesar de ello, al cogerle la mano para acercarla al animal, dio un respingo y se echó para atrás.
- Eres un cagón. ¿No decías que querías tocar una? -Sí que quiero, sí que quiero -dijo medio histérico pero dejándose llevar la mano-. Es muy suave, Javier. ¿Me quiere morder?
           Le dije que no, que no quería morderle entre otras cosas porque el que la había atropellado no se había andado con tonterías. Le había pasado con una de las ruedas por encima de la cabeza y estaba lo que se dice "frita-frita".
            Eva, lo del otro día con la tortilla fue raro pero comprensible. Ahora bien, que no se te ocurra nunca aparecer con una manzana.

 

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