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jueves, 26 de abril de 2012

DISCAMINO (35): un casino y muchos policías

    
      Es posible que a alguien, al leer el título de esta entrada, le haya acudido a la mente alguna escena de película o algún episodio de novela. De ser así, seguramente se habrá preguntado qué pueden tener que ver Gerardo y el DisCamino con algo de ese estilo. Supongo que a mi me habría pasado lo mismo pero... si esperábais algo emocionante tipo Ocean's eleven, siento desilusionaros porque no, no se trata de ninguna aventura con ruletas, blackjack, persecuciones, polis corruptos y un héroe con placa que prefiere la honradez de su profesión a la tentación del dinero fácil. ¿Entonces qué? Pues resulta que seguimos en la línea de las entradas más recientes y no quería aburriros con un título como el de aquellas.
          Estos últimos días han llamado a nuestra puerta más amigos del pasado. Primero lo hizo Lucía, LA PROFE de Gerardo. No, no me he equivocado al escribirlo; no es que haya tocado sin darme cuenta la tecla de bloqueo de mayúsculas y me hayan salido esas dos palabras así de grandes. No. Lucía es LA PROFE de Gerardo así, con letras grandes y en negrita. Nuestro amigo, además de la enorme vitalidad y alegría que derrocha a cada momento, tiene una memoria digna de un premio Nobel. Se acuerda de cientos de detalles y de personas del pasado: amigos, compañeros, conocidos, familia,... todos tienen un hueco en su cabeza y de todos cuenta alguna cosa alguna vez. Pero hay alguien muy especial para él; alguien a quien ha mencionado docenas de veces a lo largo de estos años; alguien a quien ha echado y sigue echando muchísimo de menos y ese alguien no es otra que Lucía, una de las profesoras del colegio Santiago Apóstol de la ONCE de Pontevedra. En estos 15 años que llevamos juntos (pero no revueltos) le he visto dar un millón de abrazos pero ninguno como el que le dio a Lucía cuando volvió a verla después de tanto tiempo. El reencuentro se produjo en una de las proyecciones del documental de Beloke al que Lucía acudió como una gran sorpresa, ¡y vaya si lo fue! Desde ese día nos hemos vuelto a ver varias veces y en todas ellas se repite el mismo abrazo lleno de emoción. Pues bien, Lucía, LA PROFE, nos escribió el otro día para proponernos que fuéramos a Pontevedra a presentar el DisCamino en el CASINO MERCANTIL E INDUSTRIAL. Por supuesto, dijimos que sí, de modo que el jueves 3 de Mayo a las 20:30 horas estaremos allí, en la plaza de Curros Enriquez de Pontevedra. Muchas gracias por vuestra invitación.


           ¿Y los policías? Pues más de lo mismo. Pepe habló con Juan y le explicó todo este embrollo. Juan, que es amigo mío desde hace mucho tiempo, y a quien conozco desde mucho antes de que lo fuera (tanto, que seguro que aún no se le había pasado por la cabeza eso de hacerse madero). Como decía, Juan cogió las riendas, difundió el proyecto entre sus compañeros de la policía científica y ha recaudado fondos para comprarnos dos Iglesias y un puñado de kilómetros. 

  Muchas gracias a Pepe por liar a Juan, a Juan por desplumar a sus compañeros y, por supuesto, muchas gracias también a todos los miembros de la Policía Científica de la Comisaría de Vigo del CNP.

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