Siempre vuelve a amanecer

Siempre vuelve a amanecer
SIEMPRE VUELVE A AMANECER

domingo, 22 de abril de 2012

DISCAMINO (34): y la segunda el sábado

          
          Efectivamente, el sábado volvimos a hacer algo genial. ¿Recordáis que habíamos quedado en ir a ver a Ángel entrenar a baloncesto? Pues eso hicimos. Al salir del gimnasio, porque como llovía no pudimos salir a rodar con el triciclo, nos fuimos al pabellón del Carmen. Cuando llegamos, el grupo de jugadores estaba en plena faena así que nos pusimos de cháchara con Tania y su madre Isabel. Bueno, miento, Gerardo se puso de cháchara con Tania y yo saludé a Isabel, a Ángel, a Miguel, al otro Miguel, a Héber, al entrenador Nacho y, más tarde, a Tino. Después de un rato de reírnos con Gerardo y su forma de echarle los tejos a Tania, a Isabel se le ocurrió pedirle a Nacho una silla para que Gerardo experimentara las mismas sensaciones que experimentan Ángel y sus compañeros. Al principio no quería porque tiene miedo de acabar sentado en una de ellas por obligación y prefiere estar lo más lejos posible de las sillas de ruedas. Lo cierto es que no le falta razón, no en lo de no querer probarlas sino en lo de acabar sentado en una. Sus condiciones físicas referidas al equilibrio van de mal en peor y más pronto o más tarde no le quedará más remedio que tener que usarla. Pero eso es algo de lo que ya habrá tiempo de preocuparse, de momento se trataba de probar algo nuevo y pasarlo bien. Y vaya si lo hizo. Disfrutó como un enano. Estuvo un buen rato dando vueltas al pabellón, tantas y tan rápido que acabó sudando más que en la sesión de bici estática de primera hora de la mañana. Le encantó la experiencia porque notó que los brazos habían trabajado un montón y para él eso de hacer deporte es lo primero. Fue un rato muy divertido para todos aunque Tania acabó un poco desquiciada y si no fijaos en las fotos. La primera es al llegar y la de abajo es de cuando nos marchamos.



Como imaginareis es broma, ¡eh! Tania estuvo tan encantadora como siempre. Un beso desde aquí para ella.

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