Siempre vuelve a amanecer

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domingo, 25 de marzo de 2012

DISCAMINO (25): presentación de DisCamino en el auditorio del ayuntamiento

          Y llegó la hora. A las siete menos cuarto cogí el autobús en la puerta de casa y a las siete y cuarto entraba en el ayuntamiento. Víctor, de producciones BELOKE (director del documental "El Camino de los Sentidos"),  ya estaba en el auditorio preparando las cosas con el personal responsable de la sala. Lo encontré bastante enfadado porque no funcionaba el Blue-Ray y no le cabía en la cabeza que en un sitio como ese pudiera suceder algo así pero... por suerte la cosa tenía solución ya que el documental podría verse con el reproductor de DVD. Les di el disco con el corto que la productora La Maleta había hecho para presentar el DisCamino y crucé los dedos para que funcionara correctamente. Por suerte no hubo ningún problema con él ni con las cuestiones que les planteamos a los del equipo técnico: íbamos a necesitar un micro inalámbrico para que Gerardo pudiera hablar desde la parte de abajo del escenario y dos mesas y tres de sillas en el hall del auditorio para vender las rifas al final de acto. Lo solucionaron todo rápida y satisfactoriamente. También les dijimos como estaba previsto que se desarrollara el acto para que adoptaran las medidas oportunas: 5 o 10' de charla inicial y proyección del documental "El Camino de los Sentidos"; otra breve explicación y proyección del teaser del DisCamino; y finalizaríamos con una última alocución igual de rápida que las dos anteriores. En total algo menos de una hora y media. Esas eran nuestras necesidades y a todo nos dijeron que sí. Llegaba el momento de atender a sus requerimientos y el primero y único, no por sabido, fue menos irritante. Ya nos habían avisado de modo extra-oficial pero no contábamos con que fuera a ser algo tan estricto y tajante. Nos dijeron que la sala sólo tenía capacidad para 4 sillas de ruedas y que de ningún modo podría entrar ni una sola silla más. Nos quedamos a cuadros. ¿Qué pasaría si viniesen varios miembros de APAMP, por ejemplo? ¿Cómo era posible que a un acto organizado para comprar bicicletas adaptadas a sillas de ruedas no pudieran entrar más que cuatro usuarios de ese tipo de sillas? Obviamente no era culpa de la persona que estaba dando la cara en ese momento pero no era lógico en absoluto. Finalmente sólo vinieron dos pero eso no quita para que haya que hacer algo al respecto. 
         Eran las nueve menos veinticinco cuando, una vez todo listo, Víctor me dijo que se iba a tomar un café y que me invitaba a acompañarle. Le dije que sí y salimos al exterior. En la plaza del Rey había un pequeño grupito de cuatro personas, una de ellas un chavalito en silla de ruedas. A primera vista no me resultaron conocidos así que, a pesar de que Víctor me dijo que ya sólo podrían venir otras tres, le respondí que no creía que hubieran venido para nuestra presentación. Al pasar a su lado me di cuenta de mi error. 

- ¡¡Eres Tania!! -exclamé emocionado dirigiéndome a la joven que estaba al lado del niño de la silla-. ¿Y él es tu hermano?
- Sí -respondió ella y me presentó a sus padres.

         ¿Recordáis la entrada nº 15 del blog, la que se titula "viejos y nuevos amigos"? Tania es la chica del instituto de Porriño y el niño de la silla era Ángel, su hermanito. Estuvimos hablando hasta que llegó la hora de entrar en el auditorio. No podéis imaginar la alegría que me dio verles en la plaza del Ayuntamiento. Conocer a Ángel y ver su alegría. Ver el cariño con el que Tania lo sostuvo por los hombros del chaleco para que no se cayera cuando lo pusieron de pie un ratito. Escuchar de boca de su padre lo que Angel dijo durante la proyección: "mamá, yo puedo oír y ver, y Gerardo no, entonces tengo suerte". Ver las ganas de esa madre de ir al Camino con su hijo, andando o pedaleando pero empujando su silla de ruedas. Al día siguiente comentamos todo esto con Dani y ambos estuvimos de acuerdo en que ellos solos ya son razón más que suficiente para justificar todo lo que estamos haciendo. Ni que decir tiene que Víctor se fue solo a tomar aquel café.
          Aunque no vino tanta gente como esperábamos y deseábamos, el acto obtuvo el fin para el que fue proyectado que no era otro que el de difundir el DisCamino y buscar colaboradores para comprar las DUET. Se vendieron casi todas las rifas y, según los comentarios, los asistentes salieron con el corazón tocado. Tocados por la impresión que supone conocer a Gerardo y alucinar con su alegría y el sonido de sus risas; tocados por el golpe de realidad que supone darse cuenta de lo que es vivir una vida con problemas de verdad; tocados por lo que supone ser conscientes de la suerte que tenemos y sino no hay más que volver a escuchar las palabras de Ángel, ese angelito en silla de ruedas: "mamá, yo puedo oír y ver, y Gerardo no, entonces tengo suerte." Bendito seas Ángel.


        




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